Necesidad...

Soledad. Al borde de un abismo, deprimente, patético... solo.
Enterrado en tus miedos, abandonado a tu suerte. Absorto en tus fracasos, duele. Atado del alma, oprimido el corazón. Encerrado en cuatro paredes, abandonado nuevamente. Imaginación, suerte esquiva.
Una canción, un recuerdo... una lágrima.
Soledad, viviendo una vida que no quieres vivir; muerto aún estando vivo... Sentir tus manos ausentes, desesperado por tus besos olvidados.
¿Dónde están tus manos que me acarician?, necesito tu calor, vuelve, vuelve... Mírame, asi, con esa mirada que me pide amor, cariño, necesidad,
vuelve, mi amor... necesito tanto de ti...
Olvídame, de la manera como te lastimo; piérdeme, de la manera como que te aterro; entiérrame, de la forma como te hiero.
Pero recuérdame, por la manera como te amo a veces...
Soledad, encerrado en tu propia actitud, solo, sola...
No soy más que aquel que te jura amor eterno, que te pide mil años de alegrías, mil años de gozo, mil años de ternura, mil años del comprensión...
Perdón, por mis palabras, por mis actos, por la manera tonta de necesitarte, y no decirtelo; vuelve...
Por la extraña forma de amarte, por la rara y expresiva manera de decirte como te necesito, tonta manera de querer atrapar tu sentimiento...
Necesito de tus besos, porque siempre el último de ellos, es el primero de una nueva necesidad de sentirlos.
Envuélveme en tu aroma de amor, tierna fragancia floril, sé la luz que me hace crecer, sé el amor que me hace enternecer...
No quiero más esta soledad, te necesito amor, vuelve, hazme sentir gigante con tu amor, hazme sentir niño con tus caricias,
hazme sentir indefenso con tus besos, te necesito tanto...
Mi soledad es más hermosa con tu presencia...
Vuelve, amor, vuelve...
Revive a mi alma con tus palabras, a mi corazón con tu amor, a mi piel con tus besos, a mis ansías con tu cuerpo...
Vuelve, te necesito... Amor.